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Al Borde – Cuando la crisis llega a lugares en crisis

Categorias: Reabilitação

Sin lugar a duda la palabra más usada en los medios a nivel mundial es crisis. Su uso se puso de moda gracias a la explosión de la burbuja inmobiliaria de los Estados Unidos y su efecto dominóirradió para todas las latitudes sin discriminación alguna y con especial fuerza en los territorios del hemisferio norte.
Para los que somos periféricos al contexto hegemónico global, fue un tema más en nuestras agendas -nada que nos quite el sueño- porque antes de la tan mediática crisis económica mundial, nosotros ya estábamos en crisis.Quienes conformamos AL BORDE, por ejemplo, nacimos entre finales de los 70’s y principios de los 80’s, durante estas tres décadas hemos vivido conflictos bélicos limítrofes, la sustitución de la moneda oficial por el dólar estadounidense, quince presidentes durante once años y catástrofes climáticas que nos han mantenido en un constante estado de inestabilidad.
En ese mismo período, en el llamado “primer mundo” las estadísticas fueron muy alentadoras, Europa y Estados Unidos se convirtieron en los modelos a seguir: al parecer, habían encontrado la fórmula perfecta para el desarrollo.Pero últimamente, el mundo ha notado que las estadísticas con las que se medía el panorama global ocultaban algo: El desarrollo primermundista muestra los vacios de su verdad. En lugar del paraíso socioeconómico que el primer mundo esperaba, existe un estado de pánico producto de un sistema que es cada vez más vulnerable. En cambio, se encuentra ahora en los países subdesarrollados, mecanismos para afrontar la vida, lógicos y coherentes. Dentro de todo aquello que llamábamos crisis, existe un sistema de vida que supera las adversidades. En cualquier parte del planeta las necesidades básicas del ser humano son las mismas. La inestabilidad es un factor que hará que las respuestas a las necesidades sean distintas a las convencionales.
La paradoja es evidente: el aparente progreso terminó en crisis, y la aparente crisis ahora produce las soluciones.

Está claro que como seres humanos, como arquitectos, somos producto de una sociedad en la que estamos inmersos: respondemos a un entorno. La realidad de incertidumbre que vivimos en Ecuador, empieza a convertirse en la realidad del mundo. Ya no tiene sentido hablar de otra arquitectura que no sea la que busque optimizar los recursos económicos, ambientales y sociales. Es más indispensable que nunca, no caer en banalidades ni malgastar los presupuestos que siempre son escasos.
La movilización de materiales de un lugar a otro, de un país a otro, tiene costos muy elevados: siempre habrá que mirar alrededor primero, generalmente la solución ideal será trabajar con lo que hay a la mano.
Habrá que buscar la eficiencia: en el uso de un material, con el entorno, con los procedimientos constructivos, con el tiempo. Por ello resumir los procesos en menos sistemas, menos módulos, menos elementos será siempre más eficiente.
Acciones primitivas como la minga (1), aplicada a cualquier contexto y a cualquier proyecto, demuestran que el trabajo en colectivo no suma ganancias sino que las multiplica.
Todas estas expresiones culturales son principios que definen nuestra práctica profesional. Consientes de la existencia de múltiples respuestas en el momento de resolver un problema, nuestro ejercicio proyectual empieza por articular una pregunta que reúna la mayor cantidad de variables a resolver, involucrando en el debate a todos los actores. El siguiente paso busca la respuesta más básica, fundamental, simple y sencilla posible y así encontrar un sistema de toma de decisiones.
El interés en este contexto tan básico, incluso primitivo, es encontrar el camino a partir de las condicionantes. No entendemos el ejercicio arquitectónico como el despliegue de creatividad.
Como oficina nos involucramos en proyectos en donde el pensamiento es primordial, cada proyecto es abordado con las herramientas que sean necesarias para resolverlo.

En este artículo hemos creído importante hacer evidente el pensamiento colectivo que rige nuestro estudio, enfrentándonos a la compleja pregunta de cómo ocho manos escriben un artículo y respondiendo de la manera más básica, fundamental, simple y sencilla posible: sesiones de chat que nos permitan debatir libremente y sin censura sobre el tema.

Conversaciones de ALBORDE y su posición frente a la crisis:

– No es lo mismo crisis global que crisis local. La primera creo yo, es la negación de lo que en las últimas décadas el mundo asumió como camino a seguir. La segunda, la local, es nuestro escenario habitual. Yo nací, viví y vivo en un país en crisis. Nunca esa crisis ha sido algo que corte mis aspiraciones, por el contrario ha sido y es el principal motor de lo que ahora hago y de lo que hacemos en AL BORDE. Existimos por lo que ha sido nuestro entorno y ese entorno ha sido la crisis. Pregunta: ¿si superamos la crisis, superamos AL BORDE?

David: Yo me he hecho la misma pregunta y me rehúso a pensar que si no hay crisis no hay AL BORDE. Creo que en ese momento nos tocaría crear un sistema de autorregulación. Pero la pregunta sería: ¿a quién le va a interesar la autorregulación cuando no tengamos que pensar en las limitantes propias de la crisis?

Esteban: La autorregulación es una utopía, ¿no les parece? AL BORDE es un producto de una realidad, si la realidad no fuera la constante crisis en que nos desenvolvemos, AL BORDE sería diferente. Entonces, de alguna manera, AL BORDE moriría si no existe crisis, pero para renacer como algo que responda a una realidad diferente.

David: De acuerdo, claro que la auto-regulación es una utopía, por eso en un mundo sin crisis todo vale, y para eso queda de ejemplo todos los excesos que hemos vivido en el mundo de la arquitectura los años pasados. Me parce mejor pensar AL BORDE como un camino en constante construcción, como una plataforma de pensamiento y acción que está inserta en la realidad que escogió estar, capaz de mutar y evolucionar en el tiempo.

Pascual: Y creo que en realidad la construcción de arquitectura de AL BORDE es ya una forma de pensar. Todos los proyectos que hemos hecho podían haber sido pensados desde las libertades pero hemos decidido pensarles desde las limitaciones.Si asumes un proyecto desde las libertades, todo vale. Nosotros decidimos hacerlo desde las limitaciones en donde hay una respuesta que no es más que la consecuencia lógica de un proceso que busca resolver de mejor manera la pregunta planteada, pero de la manera más coherente con las limitaciones.

Malu: Entonces AL BORDE es una actitud frente a algo, las cosas se resuelven de manera “albordesca”- Cuando nos enfrentamos a un problema, estudiamos las diferentes formas (en la teoría o en la historia) de cómo alguien más lo resolvió?

Esteban: Pienso que cuando encontramos un problema, lo primero que hacemos es ver las formas en que alguien más lo resolvió. Creo que nuestras soluciones son muchas “otras” soluciones juntas.

David: Por supuesto que vemos las respuestas de otros a los problemas, la ampliación de la Escuela Nueva Esperanza, no sería lo que es, sin entender como construían los Agapos (2)  los andamios, el proyecto es una puesta en valor del ingenio de esos manes (3) , es la esencia misma de lo que nosotros hacemos, dar un paso más o en este caso un paso menos.

– Al verse afectada la arquitectura con la crisis económica global se pone en duda el modelo de ejercicio profesional que adoptó el arquitecto en los últimos años. Sin lugar a duda la crisis llega en un excelente momento: vivíamos una etapa de derroche que se ha demostrado ser insostenible a todo nivel, por más etiquetas verdes que se les pongan a los proyectos, el uso excesivo de recursos era ofensivo. Momento perfecto para repensar el oficio, lástima que no todos lo vean de esa manera. Es preocupante ver como las grandes firmas en lugar de replantear su accionar, comienzan a atacar los mercados emergentes y más preocupante es cómo las autoridades locales creen necesitar esa arquitectura, que de una u otra manera, es un modelo caduco de intervención.A consumir lo justo y necesario, solo el primitivismo nos salvará.

Malu: Seguro que la crisis es el momento para repensar el modelo, tal vez hay que tocar fondo para darse cuenta, pero lo ideal sería aplicar esta lógica de consumir lo justo y necesario así no estemos en crisis, sino vamos a repetir lo mismo dentro de 50 años.

Pascual: Es bueno que antes se haya visto esto de la optimización de recursos como una tendencia o una moda, repetida varias veces en la historia de la arquitectura, pero que hoy deba ser LA forma: que definitivamente la arquitectura sea consciente de los impactos que ejerce sobre el planeta y que busque minimizarlos por bien de nuestro propio futuro.

Esteban: Solo por ser ladilla (4)  (como dice mi verdadero amor guayaco (5) ): ¿de qué nos va a salvar el “primitivismo”?. Hay hechos que no se pueden negar: el sistema global que ahora está en crisis seguro tiene ventajas sobre nuestro “primitivismo”…No somos la salvación de nada: somos una opción más.

David: Una opción más, tienes toda la razón y somos una opción que no tiene injerencia alguna en este planeta gigante, nosotros podremos ser primitivos hasta la tumba que al mundo le da lo mismo:( jaja, hay que consumir y en grande, ese es el modelo que todo aquel que quiera llamarse desarrollado tiene que seguir. Yo no tengo mucha fe en la humanidad, la verdad, basta con ver que en medio oriente ahora están planeando construir un edificio de 1 km de alto.

Malu: Pienso en cómo funcionan los ecosistemas vegetales o animales: así tengan abundancia, solo utilizan lo necesario.

Esteban: ¡Mentira!: Nosotros somos un ecosistema animal.

Malu: Menos nosotros entonces.

Pascual: Y ahora, ante ese escenario lleno de esperanza y alegría, ¿qué hacemos como arquitectos AL BORDE?

– 15 minutos después –

Nada, pues, esperar a que nos empujen…

Acérquense al borde.
No podemos. Tenemos miedo.
Acérquense al borde.
No podemos. Nos caeremos!
Acérquense al borde.
Y se acercaron.
Y él los empujó.
Y volaron.
Guillaume Apollinaire, 1880-1918

(1)   Reunión de amigos o vecinos para hacer un trabajo comunitario.
(2)   Cuadrilla de obreros especialistas en construcción con bambú y madera, comandada por el Maestro Agapo. 

(3)   Expresión coloquial que se refiere a un grupo de persona.
(4)   Expresión coloquial de la costa ecuatoriana que significa molestar.
(5)   Expresión coloquial equivalente al gentilicio de Guayaquil, ciudad de la costa del Ecuador.

FOTOS, a excepción de la foto: Con lo que hay a la mano – casi casi con lo que caiga del cielo que es de Esteban Cadena, el resto de fotos son propiedad de AL BORDE

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