Interiorismo del Aparcamiento en El Parrote

Categorias: arquitetura

El aparcamiento del Parrote es ya una realidad, once años después de la adjudicación de las obras y tras cuatro años de parón, desde el 2008 al 2012, tiempo necesario para la adaptación del proyecto al hallazgo de restos arqueológicos en la zona. Al parking se accede a través de dos entradas, una en Puerta Real y otra por el castillo de San Antón. La primera se trata de una entrada provisional hasta la finalización del túnel que conectará el subterráneo de La Marina con el de O Parrote, que tendrá una nueva entrada emplazada bajo tierra.

Para el interior del aparcamiento se buscó lograr un aspecto atractivo y alegre, que lo diferenciara del tradicional aspecto sobrio de este tipo de construcciones. Por tanto, el color será un elemento clave, con una doble función, la de facilitar al usuario la identificación de las diferentes zonas del aparcamiento y, al mismo tiempo, dotar de una unidad a todo el conjunto.

Una cuestión fundamental ha sido la elección de los materiales, resistentes y de fácil mantenimiento, suponiendo así un gran ahorro económico, por lo que se diseñó un revestimiento a base de paneles de Alucobond de colores, sobre un zócalo de trámex que protege las zonas que pudiesen ser dañadas por los vehículos.

En la planta -1 se destina para el aparcamiento público de rotación, mientras que en la planta -2 se ubicará la zona de abonados.
Los núcleos verticales se convierten en cajas de luz en el interior del aparcamiento, al ser forrados de policarbonato retroiluminado, facilitando su localización por parte del usuario. El propio policarbonato se convierte en un lienzo ideal para la colocación de la señalética del aparcamiento.

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